Durante la sesión de hoy hemos trabajado sobre el documento denominado Libro Blanco de la Educación, en el cual se especifican algunas de las funciones docentes que deberían llevarse a cabo.
Por grupos hemos tratado cada una de las 20 propuestas que se plantean, de manera que podamos formar una reflexión común sobre dicho documento. En mi caso me toco la propuesta número 20, de la cual hemos sacado las siguientes conclusiones:
a) Existe un marco educativo común, pero debe ser flexible. Apoyamos la autonomía dentro de los contenidos, a pesar de que debe haber unos fijos comunes a todos los centros.
b) Estamos de acuerdo con que se deben “reciclar” algunas metodologías e incorporar tecnologías que faciliten la transmisión y recepción de aprendizajes. Creemos conveniente añadir nuevas herramientas y estrategias que eviten la acomodación docente (sin que sea una imposición).
c) Las pruebas de examen deberían complementarse con otro tipo de indicadores que alcancen ese nivel o valor curricular y que además aporten más nota a ese examen. Apoyamos la idea de individualizar las evaluaciones, a pesar de que es una tarea bastante compleja (Mucha inversión, tanto en herramientas como en profesionales y su formación)
d) Apoyamos la idea de flexibilizar la normativa para crear espacios donde se planteen nuevas medias y proyectos más adaptadas a las necesidades contextuales del centro.
e) Seria una gran inversión, subir la partida de presupuestos a la educación, nuevas figuras profesionales, al igual que para formar a las familias y dar respuesta a las necesidades educativas que demandan.
f) Apoyamos la idea de ampliar la visión de los centros educativos en otras prácticas que hasta el momento no habían tenido cabida en él mismo.
CONCLUSIÓN: Se debería aumentar la inversión para poder individualizar la experiencia educativa y acercarla a la realidad social de cada persona.
¿Crees que sería necesario contar con un Libro Blanco de la Educación?
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